Santa Fe quiere y no puede. Intenta y no encuentras. Hace el deber, pero a medias. Este sábado hizo dos goles en Envigado y sin embargo fue derrotado, 3-2. Y su situacion ya preocupa. Porque no despega, porque no se encuentra.
Santa Fe pretende mostrar otra cara. Eso no se puede discutir. De entrada tenía una diferencia notable: Morelo, el goleador, fue al banco; Rodallega, otro goleador que aún no despega, inició de titular. Y el delantero estuvo muy activo, con un evidente deseo de celebrar, de anotar su primer gol.
Tuvo dos buenas oportunidades. A los 5 minutos avisó: su remate dentro del área y estando muy solo se fue por arriba del arco.
Luego, otra opción, a pase de Sambueza. Rodallega sacó un derechazo en su mejor estilo, como en sus mejores tiempos, pero el remate, abajo, fue contenido por el portero.
Santa Fe parecía decidido a llevarse 3 puntos de Envigado. Sin embargo, al frente encontré a un arquero atento, con buenos reflejos y en una tarde de inspiración: Juan Parra.
Parra le atajó un remate a Delgado, luego le el vitó el gol a Millán, que disparó de media vuelta tras un tiro de esquina. Santa Fe creaba pero no definia.
Envigado tuvo lo suyo. En la primera parte se anunció con un cabezazo de Kestler que se fue muy cerquita.
Al minuto 34 Envigado abrió el marcador pero el gol fue anulado por un anterior fuera de lugar.
colmillos latentes
Arrancando la segunda parte, el plan cardenal se quebro. En un minuto Envigado lo destrozó. Santa Fe pierde la pelota en salida, queda mal parado, expuesto a su rival, y fue España El que expresó una pared y con el balón de vuelta sacó un riflazo para el 1-0.
Lo bueno para Santa Fe fue que no se entregó a ese gol. Fue de inmediato a buscar la igualdad sin perder tiempo. Al minuto 49 ya estaba celebrando. Fue Millán el que anotó de cabeza en una jugada discutida, en aparente fuera de lugar, que el árbitro no pensó tras asesorarse del VAR. Jugada licita.
Pero Santa Fe, en su afán de ir por la victoria que tanto necesitaba, descuidó. Envigado lo liquidaba en una jugada rápida, centro desde la derecha y Mosquera recogió la pelota en el área, anticipó a Viáfara, y en doble acción definió, cuando iban 64 minutos, fue el 2-1.
Marrugo tuvo que entrar para creer que era el salvador. Recibió un centro desde la zona derecha y sacó gran remate en el área para darle respiro a los cardenales, 2-2. Un punto digno.
Pero a Santa Fe le faltaba un sufrimiento más, doloroso y definitivo. Juan Zapata sacó un zurdazo desde fuera del área, tiene un ángulo, el balón está picando hacia la roja y el aquero Silva no llegó por más que estiró, fue el 3-2 que condenó al equipo cardenal.
Santa Fe quiere, pero no puede. Sin desesperación. Mantenga 6 puntos. Su situacion ya preocupa
PABLO ROMER
redactora de EL TIEMPO
@pabloRomeroET
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