La mayor petrolera española, Repsol, se anotó un beneficio neto de 969 millones de euros en el primer trimestre del año, un 12,9% menos que en el mismo periodo de 2023. El resultado ajustado, que mide mejor su desempeño operativo, fue de 1.267 millones, un 33% peor. Una caída que la energética achaca a la caída en el precio de los combustibles fósiles y, muy particularmente, del gas natural. También a los menores márgenes de refino, uno de los pilares de sus cuentas en los últimos tiempos y que ahora aflojan el paso. Sus acciones son las que más caen en el Ibex 35: retroceden alrededor del 2% en los primeros compases de la sesión.
La deuda neta, por su parte, se situó en 3.901 millones, algo más de 1.805 millones más que el pasado 31 de diciembre, por el reparto del dividendo, el aumento del fondo de maniobra y el aumento de las inversiones orgánicas y externas. Aunque ese aumento elevó la ratio de apalancamiento —una variable clave de la salud financiera de una compañía—, la liquidez sigue siendo sólida: 10.332 millones, suficiente para cubrir casi cuatro veces todos los vencimientos de deuda a corto plazo.
Las cuentas remitidas a primera hora de este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) presentan una importante heterogeneidad entre los principales negocios de la empresa que dirige Josu Jon Imaz. Exploración y producción de crudo y gas se anotó una ganancia ajustada de 442 millones, casi un 7% menos que un año antes por la citada caída de precio del gas, la reciente desinversión de todos sus activos fósiles en Canadá y la fortaleza del dólar frente al euro.
El área industrial, en el que están incluidas las refinerías (las que más dinero han dado a Repsol en buena parte de la crisis energética) ganó 731 millones, 548 millones (o un 43%) menos por la notable caída en el margen de refino, del 27% respecto a los tres últimos meses del año pasado. Cliente, que engloba toda la comercialización de carburantes y electricidad, logró un beneficio ajustado de 156 millones, un 10% menos. Y tanto generación baja en carbono como corporación registraron cifras ligeramente negativas, en gran medida por los menores precios capturados por sus renovables y centrales de ciclo combinado (en las que se quema gas para generar electricidad) en pleno desplome del mercado mayorista de la luz en España.
Más inversiones y dividendo
El primer trimestre se saldó con un notable aumento de las inversiones de la petrolera, hasta los 2.129 millones. La mitad de esa cifra fue a parar a renovables. Entre este año y 2027, Repsol se ha comprometido a invertir entre 16.000 y 19.000 millones, de los que un 60% tendrán como destino final la península Ibérica.
El pasado 11 de enero, la petrolera distribuyó entre sus accionistas 0,40 euros brutos por acción. A finales de marzo, además, inició un programa de recompra de hasta 35 millones de títulos propios, otra forma de retribución indirecta.
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