En un partido marcado por la lluvia y una feroz disputa en la cancha, la selección de Honduras venció este viernes 2-0 a México en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf, gracias a un doblete de Luis Palma. La selección hondureña aprovechó sus oportunidades y logró una victoria histórica en casa, reviviendo recuerdos de hace casi tres décadas, cuando derrotó al Tri en este mismo escenario durante la clasificación al Mundial de Francia 1998.
El partido comenzó con ambos equipos apostando por un juego rápido y físico, caracterizado por el marcaje personal y una demostración de fuerza en cada balón jugado. Honduras optó por alinear a Jorge Benguché como único delantero, mientras que México presentó un ataque liderado por Julián Quiñones y Raúl Jiménez, buscando romper la sólida defensa local.
Sin embargo, la selección hondureña tuvo que hacer un cambio temprano. En el minuto 10, Alex López sufrió una lesión tras un choque fortuito al despejar el balón, lo que obligó al técnico hondureño a sustituirlo por Brayan Acosta. Posteriormente, Acosta también abandonaría el campo en el segundo tiempo para darle paso a Luis Palma, quien se convertiría en el protagonista del partido.
La primera parte transcurrió con una pelea reñida en el centro del campo. Ambos equipos intentaron controlar el ritmo del partido, pero las oportunidades claras de gol fueron escasas. México mostró mayor orden en sus avances, intentando aprovechar las bandas para generar peligro, pero la defensa hondureña, liderada por anticipaciones precisas, logró neutralizar los intentos ofensivos del Tri.
Por su parte, Honduras tuvo algunas aproximaciones notables. Al minuto 40, Joseph Rosales sorprendió sumándose al ataque y disparando desde fuera del área, aunque el balón fue detenido sin problemas por Guillermo Ochoa. Poco después, Edwin Rodríguez lo intentó desde una posición similar, pero nuevamente Ochoa respondió con confianza, manteniendo el marcador sin goles al final de los primeros 45 minutos.
En el segundo tiempo, México buscó aumentar la presión y empezó a generar mayor peligro. Luis Chávez siguió siendo el eje creativo del equipo, mientras César Huerta protagonizó las jugadas más peligrosas. En el minuto 50, Huerta desbordó por la izquierda y disparó al arco, obligando al portero hondureño Édrick Menjívar a enviar el balón al tiro de esquina. Apenas un minuto después, Menjívar volvió a lucirse con una parada clave, desviando un potente disparo de Huerta que amenazaba con colarse por el palo derecho.
Con México dominando el inicio del segundo tiempo, el técnico hondureño reaccionó haciendo ajustes en su alineación. Entre los cambios destacó el ingreso de Yustin Arboleda, delantero colombiano recientemente naturalizado como hondureño, en lugar de Jorge Benguché. La estrategia rápidamente dio sus frutos, ya que en el minuto 63 llegó el primer gol del partido.
Luis Palma, que había ingresado minutos antes, aprovechó un rebote que dejó Ochoa tras un ataque por el centro. Con un disparo certero, Palma mandó el balón al fondo de la red, desatando la euforia de la afición local. El gol cambió la dinámica del partido, con ambos equipos intensificando sus esfuerzos en busca del control del marcador.
A pesar de los intentos de México de igualar el partido, fue Honduras quien volvió a golpear. Al minuto 83 apareció nuevamente Luis Palma para marcar el segundo gol. El delantero del Celtic escocés demostró su calidad al definir con precisión, consolidando la ventaja hondureña y dejando al Tri en una posición complicada de cara al partido de vuelta.
En los minutos finales, México intentó acortar distancias, pero la defensa hondureña se mostró sólida y no dejó libertad a los atacantes mexicanos. El resultado de 2-0 selló una noche memorable para Honduras, que logró mantener la ventaja y repetir una hazaña que no lograba desde hacía 28 años en este mismo estadio.
Con este resultado, Honduras toma una importante ventaja en la serie, mientras que México tendrá una tarea cuesta arriba en el partido de vuelta, previsto para el 19 de noviembre en Toluca, Estado de México. El equipo dirigido por Jaime Lozano tendrá que buscar una remontada convincente en casa si quiere avanzar a las semifinales de la Liga de Naciones de la Concacaf.
La victoria hondureña no sólo marca un paso importante en su camino en este torneo, sino que también refuerza la confianza de un equipo que ha sabido responder a la adversidad. Por su parte, México tendrá que ajustar su estrategia y buscar soluciones para superar a un equipo hondureño que ha demostrado ser un rival sólido y eficaz. El desenlace de esta eliminatoria promete ser apasionante y definirá cuál de estos equipos continúa en la lucha por el título regional.